Cómo cargarse una silla de plástico y reírse

Es increíble lo que una silla puede dar de sí, el demonio está cerca. Las astillas de una silla de plástico incluso pueden seccionar unos cables de micro. El mal rollo se puede apoderar de ti, pero sólo la diosa fortuna es capaz de darte la inmensa alegría de que el único disgusto plausible sea un simple susto y un golpe en un codo. Recuerdos de antiguos golpes donde la espalda pierde su nombre, todavía me recuerdan que sigo estando vivo.
Pero esto no es ninguna crónica terrorífica de esas de Teletienda en que te venden miles......




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